Los inicios de mi Lactancia

jueves, 30 de agosto de 2012

Publicado por La Vaca Ke Ríe en 8:18
 Los inicios de mi lactancia fueron bastante complicados. Durante los días de hospital mi hija no se cogió al pecho y eso que yo hice todo lo que estuvo en mi mano para que se cogiera. Como me aconsejaron en el taller de lactancia, la tuve las 24 horas conmigo piel con piel, cada dos por tres me la ponía al pecho y probaba. Me estimulé con sacaleches para facilitar la subida de la leche tras la cesárea, pero la nena no conseguía mamar. Fueron unos días bastante duros, no dejábamos de oír llorar a  nuestra pequeña y terminar con todo ese sufrimiento dándole un biberón de leche artificial era un pensamiento muy recurrente.

Una de las enfermeras al ver que no se cogía vino a ayudarme, me dijo que tenía los pezones planos y que necesitaba pezoneras. Vino con una pezonera que embardunaba una y otra vez con agua glucosada y me colocó a la niña a mamar no muy delicadamente, la nena parecía que se cogía a mamar pero me dolía muchísimo, cosa que leí que era muy rara porque si estaba en la postura correcta y tenía pezoneras no debería doler así. Se lo comenté para que me corrigiera la postura por si ese era el problema y me dijo: ¡Es que tiene que doler!

La nena se ponía nerviosa y cuando parecía que succionaba bien el pecho, lo soltaba y lo cogía y la enfermera me dijo: Está jugando eso no es mamar... y la puso tan nerviosa cogiéndola de la cabeza y empujándola hacia el pecho que la niña acabó llorando desesperadamente y yo opté por mandar las pezoneras a tomar vientos.

Vino a ayudarme una asesora de lactancia que era amiga de un familiar, me colocó correctamente a mi niña y me dio algunos consejitos a seguir. Me dijo que  mis pezones estaban bien y cuando apretaba mis pechos descubrí que salía calostro, la niña también parecía que colocaba la boca bien y la postura era correcta, pero la pobre ya agotada de tantos intentos a lo largo del día quedaba dormida y llegó un punto que ya ni intentaba mamar. Nos dijo que el bebé podía estar sin mamar hasta aproximadamente unas 72 horas, eso nos dejó más tranquilos.

Al tercer día el papá y yo decidimos que si no mamaba a lo largo del día, esa noche le daríamos un biberón de leche artificial con jeringuilla o vasito para evitar la confusión tetina-pezón y ya cuando me subiera la leche volverlo a intentar o sacarme con sacaleches y darle de mi leche.

Se lo comentamos a un familiar de mi marido que estaba dándole pecho a su bebé de once meses y se ofreció a sacarse leche y que se la diéramos a la niña en lugar de la de fórmula, nosotros accedimos sin problema.

El día que me dieron el alta, en la revisión la nena había perdido 410 gramos desde que nació, pero del tercer al cuarto día ganó 70 gramos y pudimos irnos a casa.

Era domingo así que al día siguiente fuimos urgentemente a mi matrona, que es la que hace el taller de lactancia al que acudo, para que nos ayudara. La leche ya me había subido. Estuvimos una hora probando varias cosas hasta que se dio cuenta que la nena tenía un frenillo muy pequeño que le impedía mamar. Debido a este problema ella no podía sacar suficientemente la lengua para mamar correctamente y al ser tan pequeña necesitaba coger fuerza con la lengua para mamar. La pezonera ayudo a solucionarlo, probamos otra vez con la pezonera, colocándola en posición correcta contra mi pecho, y esta vez la nena lo consiguió. 

Todo se habría solucionado mucho antes si esa enfermera hubiera estado mejor preparada y no hubiera sido tan brusca.

Antes de ponerla a mamar, para calmarla un poco, tenía que sacarme un poco de leche y darle con jeringuilla para que se tranquilizara y dejara de llorar y luego con la pezonera le daba pecho normalmente. En apenas quince días pudimos quitar las pezoneras poco a poco una vez llegó al peso que le tocaba y cogió fuerza con la lengua.

Fue muy duro pero a día de hoy estoy orgullosa de no haber tirado la toalla, haber insistido con todas mis fuerzas y haberlo conseguido. También he de decir que sin ayuda me habría sido imposible. Al día de hoy mi niña está sana y feliz todo el día colgando en mi teta y crece a pasos agigantados. 


En caso de tener un segundo bebé la experiencia me habrá ayudado y espero que no sea tan traumático, pero aun así tengo el miedo de que algo pueda ir mal...

Desde aquí os animo a contar vuestra experiencia con la lactancia tanto si ha sido positiva como negativa para poder guiar a las nuevas mamas y papas en esta nueva etapa, y digo papas porque su papel es fundamental en el éxito de la lactancia.

Para ello enviarme un email a superreinci@gmail.com contándome vuestros inicios. Abriré un nuevo apartado en el blog para colgar todas vuestras experiencias.

Animo a las futuras mamis y ¡Feliz Lactancia¡


3 comentarios:

Paquito on 30 de agosto de 2012, 12:52 dijo...

Fué duro pero lo conseguimos! Un beso.

Teresa dijo...

Pero cómo no me habéis dicho que teníais este blog!!!!! No me lo puedo creer!!! A ver si me animo y os cuento un poco mi inicio...que fue duro, pero ahora es un placer.
Un beso

La Vaca Ke Ríe on 29 de marzo de 2013, 21:11 dijo...

Sería muy interesante que dieras tu testimonio ya que fue otra historia de contancia y superación que demuestra que querer es poder. Bienvenida y gracias por comentar.

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