Mi
pequeña tiene 22 meses y estamos pasando por una nueva fase, una fase muy
dura que me está costando mucho manejar,
sufro mucho por ella y no sé muy bien cómo actuar.
Han
entrado en nuestras vidas las temidas rabietas, sabía que no me libraría de
ellas y que serían una constante de nuestro día a día. Es una niña con mucho
carácter y por tanto las rabietas no podían ser menos, son el reflejo de su
carácter, de su reafirmación como persona y de su independencia .