Como
leíais en mi post anterior me propuse dejar de gritar a mi pequeñaja y unirme
al desafío del rinoceronte naranja, de ahí intentaré dejar de gritar poco a
poco al resto de miembros de mi familia empezando por mi marido al que le llevo
frito.
Suelo
ser una persona que de normal habla fuerte y medio gritando, si a esto le
unimos que soy bastante nerviosa y
enseguida me altero cuando grito acabo pareciendo la tarada del barrio.
Desde
que nació mi hija decidí criarla con apego, intento no dejarla llorar, estar a
su lado cuando me necesita y pasar la
mayor parte de mi tiempo libre con ella. No considero que los gritos sean
beneficiosos ni para mí ni mucho menos para ella y las personas que me rodean.
Era un
reto difícil, yo lo sabía pero debía intentarlo. A pesar de ello empecé estupendamente, estuve
seis días sin darle ni un grito a mi hija y me sentía orgullosa de mí misma,
fuerte, poderosa. Me sentía mamá
rinoceronte pero todo cambió. Fracasé en mi intento y cuando tocó pasar más
tiempo con mi hija debido al puente de agosto llegaron las trastadas, mi
aumento de agobio y nervios y otra vez de nuevo a gritar.
Llegó
un punto que empecé a pensar que no compensaba unos días sin gritar si me
hacían reprimirme para acabar explotando y gritarle más veces de lo que hacía
antes de unirme al reto así que decidí abandonar el desafío.
Pasado
un tiempo de reflexión me dí cuenta de que había fracasado por no intentar
seguir un método, buscar apoyo e ir
dejando de gritar más paulatinamente y hacerlo más llevadero. Dije ale dejo de
gritar una semana y voy renovando como el que deja de fumar de golpe y llega un
día que se fuma tres paquetes seguidos.
Me
planteé seguir los pasos de su creadora
para dejar de gritar que resume y traduce muy bien Nuria Amorós en el grupo de
facebook en español del desafío y podéis leer Aquí
Me he
puesto una pulsera naranja en mi muñeca
para acordarme en todo momento de mi reto.
También he decidido poner post its naranjas con mensajes recordatorios por toda la casa en los lugares que considero conflictivos y muy proclives al grito.
También he decidido poner post its naranjas con mensajes recordatorios por toda la casa en los lugares que considero conflictivos y muy proclives al grito.
A mi
niña colgante últimamente le ha dado la vena escaladora por todos los muebles
de la casa y pegar saltitos y no podemos tener las ventanas abiertas porque le
da por subirse a donde puede para intentar asomarse cuando oye ruidos de la
calle.
También
ha aprendido a encender los fuegos de la vitro e intentar tocarlos.
En el
desafío se permite levantar la voz hasta un nivel seis cuando el niño se pone
en peligro o ante una situación de emergencia y no se descuentan días pero creo que esto me daría una excusa para
gritar.
El 80
por ciento de las ocasiones en las que le grito es porque es una amante del
peligro y sé que no es culpa suya. Apenas tiene 19 meses, está explorando mundo
y aún no entiende que lo que hace puede hacerle daño y gritarle como si fuera
la madre del exorcista no va a servir de nada.
Así
que he decidido que en estas ocasiones puedo darle un grito de alarma en un
nivel un poco superior al mío normal para
captar su atención pero cuando ese grito sea muy elevado volveré al día
cero.
A la
hora de vestirla y cambiarle el pañal que resulta una tarea bastante complicada
pido ayuda a mi marido para que juegue con ella mientras yo lo hago o si estoy
sola le hago pedorretas para que se ría y no ponga tanta resistencia.
También
estoy intentando no darle tanta importancia cuando me vacía todos los cajones o
esparce los juguetes y la ropa por media casa y me la desordena porque al fin y
al cabo aunque me ponga nerviosa no es algo de vida o muerte.
Cuando
me anticipo y me doy cuenta que voy a gritar cuento hasta 10, me voy a gritar a
otra habitación o hago soniditos para sustituir el grito, tal y como propone su
creadora.
Mi
marido se parte de risa cuando hago esto último.
Otra
medida que he tomado es buscar apoyo en mi pareja, en el grupo de Facebook y
compartir mi reto en el blog, he anexado un contador en el lateral donde pongo los días que llevo
sin gritar. De esta forma comparto el
reto con vosotras y os hago partícipes también.
003 días
De
momento empecé el lunes día 26 que fue el día de mi cumpleaños y ya llevo tres
días sin gritar. No me siento nerviosa ni reprimida como en la anterior ocasión
y noto a mi hija más calmada y tranquila.
Espero
no haberos aburrido con este post y os animo a que os unáis al reto si no lo
habéis echo ya.
PD : Lo siento pero soy incapaz de actualizar el contador y pierdo cada dos por tres el hilo de los días así que he decidido quitar el contador, someterme a menos presión y hacer lo que buenamente pueda.
PD : Lo siento pero soy incapaz de actualizar el contador y pierdo cada dos por tres el hilo de los días así que he decidido quitar el contador, someterme a menos presión y hacer lo que buenamente pueda.
5 comentarios:
Aun tengo que unirme con vosotras al reto. Estoy planteandomelo seriamente y mas despues de leer tu post, porque yo pensaba como tu, que tanto retenerme me haria explotar en algun moment y acabaria aun peor. Jeje.
Animo con tu meta que seguro que lograras mucho con ello
Ánimo, guapa. Me encantaría conseguir no gritar...pero no me veo capaz. Seguiré leyendo qué tal te va.
Todo es intentarlo chicas, yo os animo a ello y así podéis ver que tal os va.
Me uno a tu reto, mi pequeña Kangura también tiene 19 meses y esta hecha todo un torbellino cosa que en bastantes ocasiones hace perder la paciencia a su mamá y luego sentirse una madre horrible por gritarla o enfadarse con ella. A partir de hoy me uno al Rinoceronte Naranja.
Te doy todo mi apoyo. ;))
Bienvenida al reto Sagra, te deseo mucha suerte y ya verás como pronto eres una gran mamá Rinoceronte.
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