Este
fin de semana tuve el enorme placer de asistir por primera vez a una charla de
Carlos González. El tema que trató es el de la autoridad y los límites y la
mejor forma de ejercerlos.
Habló
de que los adultos por el mero hecho de serlo ya tenemos una autoridad innata y
que los niños son obedientes por naturaleza y están deseando obedecernos para
tenernos contentos. Les ponemos límites a diario, tienen que acostarse a una
hora, levantarse ir al colegio, comer, bañarse, lavarse los dientes… Y suelen
cumplirlas la mayoría de las veces.