Operación Pañal

Siempre he sido partidaria de respetar los ritmos en los niños. El tema de la operación pañal nunca me ha preocupado en exceso porque sé que es un proceso madurativo en los niños y que no por mucho que intentes enseñarles y ponerles en el wáter van a ser capaces de hacerlo antes de que llegue su momento. Los esfínteres o se controlan o no se controlan, no hay término medio y anticiparnos sólo nos puede llevar a un estrepitoso fracaso a no separarnos del cubo y la fregona o a problemas de enuresis en un fúturo entre otros.

Ahora tiene 28 meses, hace un tiempo intenté averiguar si mi niña se daba cuenta o no de si se había hecho caca. Cuando me venía el aroma y no precisamente a perfume de Coco Chanel le decía ¿Cariño te has hecho popó o te has hecho caquita? Y ella decía generalmente que no aunque alguna que otra vez decía que si, entonces yo decía pues no aún no lo notas.
Hace un par de semanas si por la mañana se le sale un poco de pipí del pañal nocturno nos dice mamá mojada o papá mojada y en alguna que otra caquita le hemos preguntado y ha dicho que no pero acto seguido se ha tocado la plasta y ha dudado. Estamos en la fase en la que empieza a notar que algo hay en el pañal aunque no está del todo segura. Puede que de cara al verano lo tenga más claro y pasemos a la fase anticiparse y pedir ir al baño. Yo lo intentaré pero si veo que no está muy conseguida la fase de anticiparse lo dejaré estar. No tengo ninguna prisa en quitarle el pañal ni crear problemas innecesarios.

El momento más gracioso lo tuvimos el sábado por la mañana nos levantamos y se mete en el baño, se pone delante del wc y se intenta arrancar el pijama y el paquete y me dice mamá pipí. Yo sabía de sobra que no iba a hacerlo pero como me lo había pedido le quité el pañal y la senté, su cara de que incómoda estoy que me caigo por el agujero era un poema, le dije bajamos y ella decía no no, hicimos ruidito de pipí y le pregunté sí quería que le comprara un wáter pequeñito para ella o un orinal y me dijo no este wáter, el wáter de mayor. Acto seguido sin yo hacer nada cogió el papel y se limpió sus partes nobles, no podía parar de reírme, luego tiró el papel al wáter y luego de la cadena.

Me dio una buena lección, no he necesitado sentarla una y otra vez para que aprenda , ella misma viéndonos cada día actuó por imitación y será que no me ha visto veces que en más de dos años pocas veces he ido sola a ver al señor Roca.

Esa misma tarde decidimos llevarla a comprar un reductor y como no nada más llegar a casa decidió estrenarlo.

Espero vuestras experiencias y comentarios sobre vuestra propia operación pañal, seguro que me resulta muy enriquecedora.

Adjunto interesante artículo de Carlos González sobre este tema incluido en el blog "Desde que eras un embrión". Aquí