En algunos post anteriores os hablaba de la lactancia mixta y como llegar a una lactancia materna exclusiva.
Os recomendaba dar los suplementos de leche artificial o de nuestra propia leche en vasito, cuchara o jeringuilla. De esta forma se evita la confusión del bebé entre la succión del pecho y la del biberón. El biberón es más cómodo, la leche cae por gravedad, sin apenas esfuerzo y los bebés acaban olvidando como mamar del pecho materno.
Pero en algunos casos ya se han introducido previamente muchos biberones o la cantidad de leche que hay que proporcionar a nuestro bebé es demasiada para utilizar otros métodos.
En este post voy a hablaros del método Kassing.
Este método fue ideado por Dee Kassing, una asesora de lactancia estadounidense que buscó una forma alternativa de dar el biberón a los bebés interfiriendo lo menos posible en la lactancia natural.
Este método recrea unas condiciones similares al amamantamiento natural en cuanto a agarre, esfuerzo y succión.
Para ello es necesario un biberón lo más parecido posible al pecho de la madre, el biberón debe tener una tetina blanda (las de silicona son adecuadas), de base estrecha que se debe introducir entera al bebé, y larga de entre unos 18 mm y 20 mm porque debe estimular el punto en el que se unen el paladar blando y el duro tal y como ocurre en el amamantamiento natural.
Hay que usar tetinas rectas y evitar también las tetinas inclinadas porque favorecen que la leche caiga más fácilmente y que el bebé no se esfuerce en succionar.
A la hora de ofrecer el biberón, el bebé debe permanecer sentado, en un ángulo de 90º, no recostarlo como si estuviéramos dándole el pecho.
Hay que colocar el biberón lo más horizontal posible para evitar que caiga la leche por gravedad. La tetina debe quedar llena de leche y lo más recta posible.
Para introducir la tetina hay que estimular al bebé tocándole las mejillas, la nariz y el labio inferior y cuando el bebé tenga la boca muy abierta introducir la tetina, entera con delicadeza.
Cada 5 o 6 succiones retiraríamos el biberón y volveríamos a ofrecerlo estimulando su proceso de búsqueda hasta que el bebé no quiera más o se duerma.
De este modo el bebé controla la cantidad y la velocidad de la leche que toma descansando como lo haría con el pecho materno. También se evita que trague aire y la sobrealimentación.
Yo añadiría también una serie de condicionantes emocionales al método como sería mirar continuamente al bebé, tenerlo piel con piel muy pegado durante el proceso y hablarle cariñosamente para no perder el vínculo en estas tomas ya que es fundamental para el bebé y para favorecer la estimulación.
Aunque está en inglés os enlazo un artículo publicado en el J.Hum Lact en 2002 explicando el método. Aquí
2 comentarios:
Interesante!! No conocía nadita este método... Muchas gracias por la info. Abrazos
Yo hace poco que lo descubrí y me pareció interesente, por eso lo comparto aquí
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